Algunos defectos parecen ser invisibles… por eso, son de los peores.
Muchas veces, y con todas las buenas intenciones, la actitud de mantenerse “positivo” suele ser la peor tiranía y la causa de los peores males.
No es lo mismo tener fe, que negar compulsivamente nuestros sentimientos más difíciles. Cuando la buena actitud está al servicio de la negación, es veneno.
Te sientes mal y dices “quiero superarlo”; en realidad esto significa, “me irrita sentirme así, quiero arrancarme el corazón porque me molesta, porque tener este sentimiento me impide seguir mostrando una buena fachada ante mi mismo y los demás. Quiero eliminarme porque lo que siento rompe la imagen de mi a la que me he apegado.” Otra persona se siente mal y con todas tus buenas intenciones le dices “vamos, tu puedes superarlo”, en realidad le estás diciendo “si no dejas de sentirte así, entonces quiere decir que eres incapaz, débil, limitad@ o inútil.”
El asunto de las buenas intenciones neuróticas gira en torno a la autoimagen idealizada. Has construído una imagen de tí mismo que está por sobre las posibilidades reales. Entonces cuando tu realidad no calza con la imagen, te irritas y te devalúas porque lo que sientes no está a la altura de las circunstancias… te sientes humillad@ simplemente por ser human@... el problema es creer que podrías pasar la vida sin que las cosas te toquen.
Desde este lugar, no podemos amar. Cuando padecemos de buenas intenciones neuróticas, nuestro corazón está muy cerrado, no hay lugar para la compasión. Al primer asomo de oscuridad nos sentimos atemorizados, defraudados, decepcionados de nosotr@s y/o de los otros. No toleramos que las cosas sean menos que grandiosas, brillantes, fuertes y perfectas.
Es una de las peores cárceles porque no parece un defecto ser tan positivo y tener tan buenas intenciones.
La sabiduría y el amor vienen naturalmente cuando podemos reconocer nuestra pequeñez, nuestra debilidad y desesperanza. Los sentimientos difíciles no pueden superarse, los sentimientos difíciles necesitan acogerse.
Tomás de la Fuente
Diciembre 2017