Hace un año atrás estaba sufriendo los síntomas que experimentamos los buscadores espirituales urbanos cuando se nos desdibuja la conexión con el Espíritu.
Quizás estos síntomas también los experimentas:
1 - Estrés causado por la desconexión con un propósito profundo… haces demasiado pero no llegas a ningún lugar significativo, todo finalmente se siente vano y superficial.
2 - Insatisfacción vaga que no se cura con ninguna cosa conocida de este mundo. Como no sabes la cura, planeas y deseas miles de cosas DE ESTE MUNDO que crees que te darán felicidad, pero que te dejan vacío.
3 - Sientes que estás marcando el paso y que no estás dando lo que realmente podrías dar al mundo. Sientes que tu potencial está bloqueado, a pesar de que la vida te funcione y tengas reconocimiento, trabajo y buenas relaciones.
4 - Te sientes bicho raro en un mundo demasiado rápido, materialista y superficial, o bien, no sabes cómo diablos juntar tu lado mundano con tu lado profundo y espiritual.
5 - Mucho ruido mental y falta de foco.
Volvamos a mi historia.
Todo comenzó hace un año cuando esa insatisfacción vaga me llevó a intentar aumentar mis seguidores en instagram. Quería que más personas participaran en mis cursos. Investigué qué es lo que los más expertos hacen en sus redes y aprendí que los que realmente tienen éxito en las redes, y bueno, en la vida, han comprendido quiénes son, se sienten conectados a un propósito profundo y comparten su trabajo con todas sus energías y fuerzas de su alma para que EL MUNDO sea un lugar mejor. Se trata de hacer una de las cosas más importantes que cada ser humano necesita; arreglárselas para descubrir cómo lograr ser uno mismo y regalarse a la vida.
Entonces, de intentar aumentar seguidores en instagram acabé buscando y navegando todos los rincones de mi alma, visitando mi sombra para remover esos bloqueos psíquicos que no me permitían acceder al espacio más luminoso, profundo, amoroso y potente dentro de mí. Necesitaba entender con la máxima exactitud cuál es el mejor aporte que puedo hacer a la humanidad, a quiénes puedo y quiero ayudar y sobre todo, salir de ese estado de confusión y falta de dirección.
Muchas cosas ayudaron: Cursos, la autoindagación estilo Diamond Approach con mi terapeuta Ben de California, los conflictos y reencuentros con mi mujer, ser papá, la satisfactoria experiencia de enseñar a mis alumnos a hacer terapia Gestalt, plantas mágicas, lecturas que van desde Wilber hasta Ami, dar muchos cursos, salir de vacaciones y un largo etc.,
Debía responder la siguiente pregunta, “Quién Soy?, ¿Qué he venido a hacer?
La respuesta no llegaba.
Un día se me ocurrió dar un curso de meditación al que llamé "El Poder del Silencio". Uno de los principales motivos para darlo fue que me iba a obligar a hacer meditación de forma regular, y ya que la meditación activa los procesos de la mente superior, la inspiración tenía que despertar y llegar forzosamente.
Así fue.
La comprensión cayó sobre mí como un rayo de millones de voltios cósmicos de todos los colores y dimensiones… me dí cuenta, meditando, que la pregunta correcta no es “¿Quién Soy?”, sino “¿Qué Soy?
“Quién Soy” nos hace dar vueltas en torno al Ego. Esta pregunta era insuficiente, me seguía sintiendo seco con lo que encontraba.. Pero al preguntar “¿Qué Soy?’” en una profunda indagación meditativa retomé sin rodeos el camino hacia lo esencial, mucho más allá de las historias, de la memoria, de la identidad, del drama y cualquier clase de representación.
La respuesta fue brutal, brutalmente simple, y llegó mientras flotaba en la dicha infinita mientras meditaba:
“¡Soy Amor!… y todos los son… y todo el universo lo es… pero nadie parece notarlo y esto no sólo es doloroso, sino peligroso, nos estamos haciendo daño por no darnos cuenta… ¡ESO ES! ¡NECESITO AYUDAR A TODOS (Y A MI) A RECORDAR ESTA MARAVILLA! Sin dogmas, sin religión, sólo experiencia directa, todos tienen que sentirlo hasta en la última fibra de su ADN, hasta que cada fibra, LITERALMENTE, se llene de LUZ. Después de 25 años de práctica espiritual ocurre la "feliz casualidad" que sé cómo ayudar a otros a verlo. ¡Eureka!”
Hace unos días me puse a ordenar los testimonios de las personas que estuvieron en ese curso y muchos de ellos experimentaron algo similar.
Quiero citar a Daniel de la Hera, 57 años, Psicólogo de Uruguay , quién además de estar en el curso de Meditación estuvo también en mi curso de Gestalt:
“Creo que lo más significativo fue experimentar al SER de primera mano. Durante muchos años Dios, Espíritu, Alma, fueron sólo conceptos en mi cabeza, pero después del curso puedo decir que he experimentado a Dios tangible, al Espíritu dentro y fuera de mí.”
Y también a Loreto Baeza, Profesora de Artes, Chilena de 53 años: “La claridad y profundidad de las enseñanzas de Tomás hacen que uno se enamore de ese silencio profundo que se encuentra en la vivencia del aquí y el ahora. Estar presente hace que la conexión con el todo y lo trascendental sea palpable. Agradezco retomar el camino, seguir experimentando para vivir una vida plena, con sentido y sacralidad, en conexión con el amor que somos. Gracias Tomás y al grupo maravilloso.”
Y por último a Pierina Albornoz, Profesora, Chilena de 36 años, “Esto es algo que buscaba sin saberlo, algo dentro de mí pedía tranquilidad y paz. Pude conocer el poder del silencio y gracias a la meditación diaria he consolidado la tranquilidad que buscaba. Aprendí mucho y tuve experiencias maravillosas, lágrimas saliendo de mis ojos cerrados al agradecer, mi corazón acelerado cuando sentí compasión hacia mi misma y me convertí en el ahora, en el silencio. ¡La Felicidad sin Causa Existe! Sentí la compañía de muchos que como yo hicieron de la meditación un hábito de autocuidado. Juntos hemos ayudado a la humanidad y a nosotros mismos. Solo puedo sentir gratitud.”
Si algo de esto resuena en tí, es porque eres un buscador espiritual urbano.
En mayo 2024 comienza la versión 2.0 del Poder del Silencio.
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