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Despertar de la Consciencia y el Florecimiento del Corazón

La Flojera es un Mito del Autoritarismo Neurótico

Yo siempre digo que no existen los flojos y que la flojera es uno de los problemas psicológicos más mal entendidos.

Fritz Perls decía que no sólo tenemos un "Super Yo" (como nos enseña el Psicoanálisis), sino también un "Infra Yo". A estos dos personajes él les llama "perro de arriba" y "perro de abajo" respectivamente. La flojera se origina en un conflicto entre ambos personajes.

Siempre el perro de abajo es acusado de flojo por el perro de arriba. El perro de arriba es una especie de policía matón que está lleno de obligaciones que se debe cumplir para satisfacer las expectativas de otra persona (tal vez las expectativas del padre, la madre o la sociedad, pero nunca los deseos de la misma persona) y, el perro de abajo, al verse obligado a cumplir con aquello que no quiere cumplir siempre se disculpa diciendo cosas como "si, ahora lo hago, pero es que...".

Esto es a lo que le llamamos flojera. No haces lo que debes, te sientes culpable todo el tiempo y a pesar de eso, el perro de abajo gana, pero tampoco disfruta su triunfo porque el perro de arriba se encarga de hacerle sentir culpa todo el tiempo. No podemos simplemente hacer nada sin sentir culpa. En general, cuando decimos que somos flojos, es nuestro perro de arriba culpando al perro de abajo, alegando que él es el problema. Pero en realidad, el más disfuncional es el perro de arriba, quién exige cosas absurdas, cumplimientos ajenos a los deseos y necesidades de la persona.

Nunca vamos a salir de la supuesta flojera que tenemos si no cuestionamos las obligaciones absurdas que intentamos imponernos... habría que preguntarse primero ¿a quién quiero satisfacer con estas obligaciones que me estoy imponiendo? Cuando alguien tiene la capacidad de apoyar sus verdaderos deseos jamás es "flojo", siempre dispone de gran vitalidad para ir hacia adelante.

Un breve ejemplo de Terapia Gestalt en la consulta individual

Consultante que tiene un síntoma misterioso: Es incapaz de trabajar los días lunes y sólo los días lunes. Durante todo el día se siente incapaz de hacer nada productivo y siente mucha culpa. El resto de la semana cumple con todos sus deberes y tiene un desempeño destacado en su trabajo.

¿Porqué los lunes? ¿Cómo llega a suceder esto?

Descubrimos que hay un conflicto entre dos partes de la personalidad: la que exige cumplimiento y la que se rebela ante eso. La clásica división entre el perro de arriba y el de debajo de la que habla Fritz Perls.

Hacemos una silla vacía para que ambos personajes tengan un diálogo.

Aquí hay un resumen esquemático del proceso:

Perro de Arriba: (Irritada) Debieras trabajar como todo el mundo, ser puntual para llegar, usar tus lunes haciendo cosas productivas… me enoja que seas tan rebelde y no puedas comportarte de forma normal como todo el mundo.

Perro de Abajo: (Acostada en el sillón, cansada, con ganas de dormir) Me exasperas. Estás toda la semana presionándome para que cumpla con todo… y lo hago, me esfuerzo y siempre lo hago bien. ¿Para qué quieres que actúe normal? De todas formas siempre cumplo mis obligaciones.

Perro de Arriba: ¡Quiero que seas normal!

Perro de Abajo: Me rehúso, ¿para quién quieres que sea normal?. Yo no soy como todos. Precisamente porque hago mi trabajo de forma diferente puedo atender a mis clientes con más humanidad y mejor. Nunca voy a hacer las cosas de un modo que no tenga real sentido para mí. De lo contrario prefiero no hacer nada.

Perro de arriba: (cambia la actitud) Tienes razón… en realidad es mejor que lo hagas así. De todos modos, podrías aprovechar mejor tu tiempo, para las cosas que te gusta hacer. Organizate mejor. Yo podría ayudarte.

Perro de Abajo: (Se sienta en el sillón, de pronto se ve llena de energía). ¿Las cosas que a mí me gustan? ¿Podrías ayudarme con eso? Eso estaría bien para mí. Ahora me siento con energía, creo que ya no sentiré más culpa de hacer las cosas como las hago (Sonríe)

Como digo siempre, no existen los flojos, sólo quienes no saben apoyar su ser verdadero. La flojera es siempre una batalla por preservar un valor esencial que no es validado por el perro de arriba. Sin la flojera nos deshumanizaríamos.

Hoy es un buen día para descubrir qué es lo que realmente te motiva y dejar el deber neurótico a un lado.

Tomás de la Fuente #ideasquesanan Formación de Terapeutas y Otros cursos de Autoconocimiento y Transformación: https://www.ideasquesanan.cl/cursos

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