Estamos atravesando intensos procesos astrológicos y los expertos dicen que este período marcado de eclipses es un tiempo para soltar y dejar ir eso que ya no sirve...
Y cuando el ser profundo necesita soltar, solemos aterrorizarnos bastante, porque el movimiento de soltar nos empuja a caer, desplomarnos, deprimirnos, entristecernos, sentir que no nos quedan fuerzas.
Vivimos en una cultura que sólo valora los aspectos masculinos de la experiencia, la fuerza, la energía, ir hacia adelante, ganar, jamás rendirse, etc. Todo esto está muy bien, sin embargo, cuando desde las profundidades el ser nos pide hacer el movimiento opuesto, entonces creemos que nos hemos enfermado, que hemos perdido la fuerza y que algo terrible nos está sucediendo.
Nada más alejado de la realidad.
Necesitamos aprender la sabiduría de caer, perder, morir, deprimirnos en paz y confiando que entrando en un espacio oscuro para la consciencia, se está gestando dentro nuestro la materia prima para un nuevo nacimiento futuro. Nada malo nos está pasando cuando nos faltan las energías, el ser tiene un pulso, hacia afuera y luego hacia adentro. El movimiento hacia adentro es oscuro, confuso y parece carente de gracia y vitalidad... está perfecto. Es en este movimiento de ir hacia adentro, tan difícil y tan oscuro cuando hacemos el viaje que nos lleva al centro del ser, sin este movimiento acabaríamos siendo pura superficialidad y cáscara.
Hoy es un buen día para estar en paz con la oscuridad y confiar que este movimiento esconde una sabiduría profunda.
Tomás de la Fuente #ideasquesanan